Una nueva temporada de liberaciones de ñandúes en el Parque Nacional Patagonia aumenta las esperanzas para la recuperación de esta especie que se encuentra en peligro de extinción a nivel local. Fueron 14 los ñandúes liberados desde el centro de reproducción del Parque Nacional Patagonia a la vida silvestre, y en mayo serán liberados otros 12 individuos.

Esta es la quinta liberación que se hace desde que Tompkins Conservation Chile lanzó el programa de Recuperación y Conservación del Ñandú del Parque Nacional Patagonia en 2014, y considerando la liberación que ocurrirá en mayo, es el año que más ejemplares se habrán liberado desde 2017, gracias a una donación de charitos (o polluelos) que hizo Reserva Quimán, que permitió el traslado de 10 ejemplares desde Futrono (región de los Ríos) al Parque Nacional Patagonia.

Cristián Saucedo, director del programa de Rewilding de Tompkins Conservation Chile destacó: “Estamos muy felices por esta nueva liberación, lo que sumado a diversas acciones de protección de la especie como la presencia de guardafaunas, retiro de cercos, control de caza, remoción perros y el trabajo colaborativo con múltiples actores locales como Carabineros, el Ejército de Chile, CONAF, SAG y la comunidad en general, ha permitido un incremento sostenido de la población de ñandúes en más de tres veces, alcanzando aproximadamente los 70 ejemplares y un aumento de más del 30% del área ocupada por la especie al interior del Parque Nacional”. 
En tanto que el director ejecutivo de CONAF, Rodrigo Munita, sostuvo que “este programa permite reintegrar esta especie a un ambiente donde, debido a diversos factores, fue desapareciendo. Quiero destacar en esta labor a las y los guardaparques de la Corporación, quienes desempeñan un trabajo clave en el cuidado de este parque nacional bajo administración de CONAF. Es importante señalar además que esta iniciativa forma parte del quehacer institucional en conservación, en el cual resaltan también los planes de conservación de especies de flora y fauna en algún grado de peligro, dentro de nuestras áreas silvestres  protegidas del Estado, a lo largo del país”.
Junto al guanaco el ñandú es una de las especies más representativas de la estepa patagónica, sin embargo, en la región de Aysén ha estado al borde de la extinción debido a factores como la caza ilegal, la recolección de huevos, la predación por perros y la destrucción de sus  nidos. Para evitar su desaparición, Tompkins Conservation Chile inauguró en 2014 el Centro de Reproducción para la Conservación del Ñandú, el único centro de estas características que se ubica dentro de un parque nacional  en el país. Gracias a los esfuerzos impulsados durante estos años, se han visto esperanzadores resultados: cuando comenzó el programa la población no superaba los 18 individuos, y en mayo de este año el censo de ñandúes detectó la presencia de 68 adultos y 24 polluelos. La meta es alcanzar una población adulta de 100 ejemplares, lo que permitiría un escenario de recuperación numérica y del área ocupada por la especie. En paralelo con la recuperación de las funciones del ñandú en el ecosistema, se avanzará en la restauración de la estepa, por el rol que cumplen como dispersores de semillas.
La liberación de ñandúes es la etapa cúlmine de un proceso reproductivo que dura un año, y se suma a otras acciones que se realizan anualmente en el Centro de Reproducción que involucra el cuidado permanente de los ejemplares reproductores, pasando por la incubación de huevos, el traslado y crianza de charitos.
Aprendizajes de un proceso exitoso

Recientemente destacado por la IUCN en su último reporte “Global conservation translocation perspectives: 2021”, el programa de Recuperación y Conservación del Ñandú del Parque Nacional Patagonia ya cuenta con cinco exitosas temporadas reproductivas, gracias al trabajo colaborativo entre Tompkins Conservation Chile y diversos actores como Carabineros, el Ejército de Chile, CONAF, SAG, practicantes y voluntarios chilenos y extranjeros y la comunidad en general. También ha sido clave el aporte de privados que han colaborado de manera significativa para aumentar las posibilidades de una recuperación de la población local, permitiendo además diversificar la genética de los charos liberados. Este es el caso del trabajo colaborativo realizado con la Estancia Baño Nuevo, ubicada en la región de Aysén, desde donde se han recolectado huevos que luego son incubados artificialmente en Coyhaique y posteriormente trasladados al centro de reproducción donde son adoptados por parte de los machos reproductores. Fundación Reserva Quimán, de la región de Los Ríos, también se ha convertido en un aliado estratégico, al donar 10 charitos los cuales fueron trasladados al centro de reproducción en febrero pasado. Todas estas acciones han sido supervisadas por el Servicio Agrícola y Ganadero y se han ajustado a las normas respectivas para este tipo de operativos.
Estos esfuerzos para reforzar la población de ñandúes se enmarcan en un programa más amplio de rewilding de Tompkins Conservation Chile, el cual ha permitido, a través del trabajo con diversas especies emblemáticas de la Patagonia, como el huemul, puma y cóndor, lograr que una ex estancia ganadera se convierta en un parque nacional, con todas sus especies presentes y ecosistemas saludables. Tompkins Conservation Chile ha trabajado durante los últimos 27 años para revertir la crisis de extinción de especies y el cambio climático usando como estrategia la creación de parques nacionales y el rewilding para restaurar los ecosistemas de la Patagonia chilena.

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