Se trata de un espacio de la memoria que rescata el viejo oficio de construcción de la velera chilota que se impulsa por viento y remos.
La velera chilota era el único medio de transporte y transacción de mercaderías en los años 70 y que con la llegada del camino y mejoras de conectividad se fue extinguiendo su fabricación y servicios que prestaban.
En la década de los 80 las velares tuvieron su mayor auge ya que se realizaban regatas en donde se ponía en valor a la embarcación como patrimonio de la zona zarpando desde Hualaihue para llegar hasta la laguna San Rafael demorando 21 días y logrando reunir hasta 37 embarcaciones para la travesia, que dejó de realizarse hace algunos años.
Estas embarcaciones que construían los artesanos maestros de rivera; hechas a mano con cierra de brazo, cepillo, con madera y selladas con alquitrán y brea; dejaron de prestar servicios debido a la construcción de caminos que abrieron la conectividad terrestre, por la llegada de salmoneras y la pesca de la merluza, extinguiendo la fabricación de estas.
Estas embarcaciones aún se fabrican en la zona, oficio que combate con el paso del tiempo, y que tiene su espacio en un museo que esta ubicado ea la salida de Caleta Puelche, sector Mañihueico antes de llegar a Contao.
El museo de las Veleras pertenece a Jaime Gallardo, anfitrión y constructor de la velera chilota, encargado de rememorar este oficio que aún desarrolla.
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