Los primeros días de julio, en las oficinas del estudio de abogados que los asesoró durante el proceso de liquidación, ejecutivos de Enel Generación —antes Endesa Chile— y Colbún cerraron definitivamente el capítulo HidroAysén con el reparto definitivo de los activos que mantenía la sociedad, que tras más de una década de intentos, a fines de 2017, decidió desechar la construcción del complejo hidroeléctrico en la Región de Aysén.
La junta extraordinaria de accionistas fue el 3 de julio y en una hora y quince minutos, los integrantes de la comisión liquidadora de la sociedad escucharon y aprobaron la propuesta para repartirse los $11.603 millones que la firma mantenía como activos, lo que equivale a unos US$ 16 millones actuales. La cifra está muy lejos de los US$ 264 millones que los socios aportaron, según consta en el acta de la asamblea que fue presentada hace unos días a la Comisión para el Mercado Financiero tras finalizar los trámites de rigor.
En su origen, Centrales Hidroeléctricas de Aysén fue constituida por dos filiales de la desaparecida Endesa Chile, en septiembre de 2006, un año después de que la entonces firma de capitales españoles anunciara su intención de aprovechar el potencial de generación eléctrica de Aysén. Recién hacia fines de 2007 Colbún se integró a la sociedad con el 49% de la propiedad.
Los terrenos que ocuparían las cinco centrales, sus embalses —que inundarían 5.950 hectáreas, aunque originalmente iban a ser 9.400 las hectáreas que quedarían bajo el agua— y otras instalaciones, como las oficinas y donde se ubicaría el puerto que recibiría los equipos, representan casi la totalidad de lo que se repartió. Conocedores del tema comentan que cada empresa se quedó con cerca de 5 mil hectáreas en la zona.
Enel y Colbún aún no tienen planes concretos para las propiedades que recibieron. “Estamos en un proceso de análisis todavía”, explicaron en la primera compañía, mientras que en la segunda dijeron que dentro de su agenda de desarrollo ese análisis aún no está.
La diversidad de superficies y valores de las más de 50 propiedades que las generadoras alcanzaron a tener en la zona impidió cuadrar la adjudicación de los inmuebles respecto de las participaciones de cada empresa en la sociedad. Este alcance, que fue en favor de Enel Generación, implicó que Colbún le pagara en efectivo a la italiana poco más de $25 millones.
Las compañías también se repartieron $72 millones que estaban en las cuentas corrientes y fondos mutuos de la empresa, mientras que la eléctrica de los Matte se quedó con el dominio web de HidroAysén y Enel hizo lo propio con el de Aysén Transmisión, la filial que transportaría la energía del complejo hacia la zona central.
La eléctrica de los Matte se quedó con el dominio web de HidroAysén y Enel con el de Aysén Transmisión.

Cada empresa se quedó con cerca de 5 mil hectáreas en la zona donde se desarrollaría el proyecto.

Fuente: ElMercurio

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