La información la da a conocer el portal electrónico de El Mercurio y señala que actualmente se trabaja con los equipos de funcionarios en cómo será el traslado a las nuevas instalaciones.

Quedan ocho meses para que se acabe el actual período de gobierno, y de los 20 hospitales comprometidos para quedar construidos antes de marzo de 2018, hay diez terminados. Son el Exequiel González Cortés (Santiago), de Futaleufú, Lanco, Puerto Aysén, Penco-Lirquén, Pitrufquén, Porvenir, Puerto Natales, Puerto Williams y Salamanca. Solo los dos últimos ya entraron en funcionamiento.

Pero la ministra de Salud, Carmen Castillo, ha dicho que el desafío es “dejar diez de los 20 hospitales comprometidos funcionando, inaugurados y operando”. Por ello, en la cartera trabajan en lo que han llamado el “Plan primavera”.

La subsecretaria de Redes Asistenciales, Gisela Alarcón, detalló que “estamos trabajando para encontrar los mejores momentos para echar a andar los hospitales” y que en la mayoría de los casos definieron que lo óptimo es esperar hasta que termine la campaña de invierno y haya bajado la presión sobre la red asistencial por las enfermedades respiratorias. “El ‘plan primavera’ tiene que ver con ponerlos en marcha en el momento perfecto”, insistió.

Así, se definió que la mayoría de los hospitales ya terminados dejarán sus antiguas instalaciones y atenderán pacientes en las nuevas a contar de mediados de septiembre. Esto coincidirá con el período de propaganda de la campaña presidencial, que comienza el 20 de septiembre.

La subsecretaria Alarcón detalló que la puesta en marcha de un hospital “empieza mucho antes de que la construcción de hospital esté terminado”.

Cambio de costumbres

Cecilia Calfiqueo, encargada en el Ministerio de Salud de la puesta en marcha de los hospitales, añadió que “el trabajo empieza con los funcionarios cuando las obras llevan entre 40 y 50% de avance y, en total, puede demorar hasta tres años en el caso de un hospital de alta complejidad y un año y medio en uno de baja”. De hecho, asegura que hoy se trabaja en la puesta en marcha de 21 hospitales, aunque solo diez están terminados.

Calfiqueo precisó que en ese tiempo se revisan aspectos cotidianos que cobrarán importancia al momento de que se ocupen las nuevas instalaciones. “Por ejemplo, en Quilacahuín y San Juan de la Costa se va a funcionar con un modelo nuevo intercultural, que integra la medicina mapuche (…). En Chimbarongo se va a pasar de un sistema de calefacción con estufa a leña a climatización centralizada, o de pisos de madera a piso de porcelanato. Eso impacta en el quehacer de los funcionarios y, lógicamente, en la atención de pacientes”, señaló.

El traslado a las nuevas instalaciones es la etapa final. “Primero se cambia lo ambulatorio y, al final, las unidades de pacientes críticos y las urgencias”, explicó Alarcón.

El más grande

De esta primera “camada” de nuevos hospitales -el plan de gobierno también promete dejar 20 en construcción y la misma cantidad en licitación o diseño-, el mayor recinto que se cambiará de casa es el Hospital Exequiel González Cortés.

La directora de ese establecimiento de salud de niños, Begoña Ayarza, afirmó que el cambio será mayor. La superficie aumentará tres veces respecto del actual recinto, lo que implicará que se sumen 214 nuevos funcionarios al equipo. Además, “pasamos de camas manuales a eléctricas, el envío de exámenes ahora es manual, y después va a ser a través de tubos neumáticos en la entrada de cada unidad”, planteó Ayarza.

Por Nadia Cabello – El Mercurio

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