Oscar Aranguez Jefe Carrera KinesiologíaTodos los años las enfermedades respiratorias son una de las principales causas de consulta en los diferentes Centros de Salud, tanto públicos como privados.

Éstas enfermedades respiratorias las podemos categorizar en  IRAS altas (resfrío común, otitis, amigdalitis, entre las más comunes), e IRAS bajas (Neumonías, laringitis, SBO, entre las principales), siendo estas últimas las que pueden generar un cuadro más grave en los niños.

Cada año los servicios de urgencia se ven colapsados  por personas que consultan por alguna enfermedad respiratoria, en especial, por padres que llevan a sus hijos a los centros de Salud. Sin embargo, gran cantidad de veces, las patologías por las cuales consultan no constituyen un riesgo para los menores, sino más bien, genera un riesgo  innecesario de exponer a sus hijo(a)s a contagiarse con enfermedades que portan otras personas mientras esperan por atención.

Por lo anterior es imprescindible que los padres conozcan los signos y síntomas de gravedad que realmente requieren que sus hijos sean evaluados de urgencia.

Por ejemplo, muchas veces los menores son llevados por presentar solamente coriza serosa (mocos líquidos) de uno o 2 días de evolución, lo que clínicamente correspondería a un resfrío común, el cual de por si tiene una evaluación autolimitada, es decir, el menor presentaría una recuperación entre 5 a 7 días desde su inicio, y en donde los padres debiesen enfocarse en controlar temperatura corporal, mantener a los menores hidratados y con constante aseo nasal en su hogar,  además se sugiere observar si con el correr de los días su hijo(a) presenta algún otro síntoma, de no presentar nada más, no es necesario que el menor sea llevado a urgencia.

Por otra parte, los menores sí deben ser llevados a un servicio de urgencia para ser evaluados, cuando presentan: dificultad respiratoria (respira rápido o se le hunden las costillas), presentas tos productiva (con secreciones) más de 4 días de evolución,  coriza purulenta (mocos coloración amarilla), fiebre mayor a 38,5°C axilar, vómitos constantes, decaimiento y/o falta de apetito. Mientras más signos de los nombrados anteriormente presente el menor, constituirá una mayor urgencia su atención.

Recuerde: educarse y conocer los signos o síntomas de gravedad de las enfermedades respiratorias, es tarea de todos.

Oscar Aránguez Jimenez – Jefe Carrera Kinesiología

Universidad Santo Tomás Osorno

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